FOCUS FROM … Milán.
Fiera Milano
La ciudad de Milán,
la Mediolanum Romana y anteriormente la Midland celta, con más de 2600 años
desde su fundación ha disfrutado la última semana y una vez más, la gloria de
ser la más visitada de Europa. En un evento de la entidad como es la FIERA di
MILANO que también es la superficie de
exposición mayor de Europa, Italia entera ha demostrado una vez más al mundo
que su “Marca” es una de las mejores valoradas del Planeta. En
este caso concreto exponía la feria del Mueble, Il Salone. 20 pabellones en
320.000 m2, que incluían además del mobiliario de todo tipo, la Euroluce,
Cocinas, Baño y Oficinas. 2.100 expositores, y unos 350.000 visitantes
en una impecable organización fruto de la larga experiencia de más de 90 años
en organizar las muestras de la industria Italiana, abierta también a que otros
países puedan exhibir sus productos, consiguen que la mejor feria del mueble
del mundo cada año consiga cotas más altas de participación y éxito
comercial. Sin embargo, la
industria Italiana del mueble, tiene poca competencia en la mayoría de las
categorías. Italia ha apostado por el diseño exquisito e inteligente desde hace
mucho tiempo y ha conseguido que lo “italiano” sea una credencial de garantía y
distinción en todos sus productos. Es envidiable pero de ley, reconocer que un
producto “Made in Italy” tiene una ventaja comparativa única en el mundo, que
facilita muchísimo a un cliente su elección de entre todas las ofertas
posibles. Cualquier otra marca/país con la excepción quizás de Alemania,
Francia y Japón, y en otros campos, está en inferioridad ante la presencia de
un producto italiano. Y no digamos en cuanto a diseño, innovación e
imaginación, máxime aun en el ramo del mueble y la decoración donde, de verdad,
la competencia vuela muchísimo más abajo. Como visitante de Ferias habitual en más
de 20 países, creo que la Feria de Milán es una excepcionalidad y un ejemplo a
seguir. En organización, comodidad,
amplitud y detalles o facilidades para expositores o visitantes. La relación y
atención a la prensa es absolutamente magnifica, si bien se nos trata con
deferencia en todas generalmente, esta
Feria es delicada y dedicada con los que asistimos al evento. El transporte, el aparcamiento, los espacios,
el diseño de la misma Feria, la recepción del comprador o visitante, el
personal en general, todo, parece
escogido entre lo más granado de la sociedad Italiana para recibir, atender y
hacer grata, agradable, amena y provechosa la asistencia a esta Feria, un
verdadero “Must” en este mundo de la decoración y diseño. Desde los grandes
diseñadores de moda metidos a fabricantes de muebles, donde novedades como la de la Bentley Home se ha
hecho un importante y sobresaliente hueco de inmediato, hasta los más
comerciales y económicos al alcance de cualquier bolsillo, en Il Salone, se
encuentra definitivamente todo lo que un puede desear en el sector. Imposible
no asistir o soñar con ello.
El atractivo de
la ciudad de Milán por otra parte es innegable. Por citar alguno, Duomo, Scala,
Corso Napoleone, Galeria Vittorio Emmanuelle, y como no, Vía Spiga con esos escaparates
imposibles de creer si no se les tiene delante, excelentes en creatividad y
belleza. Llenos de restaurantes pequeños y grandes, todos preparados para
atender al turista o visitante en ocio o en trabajo. Palacios y Museos, exposiciones-este año reinaba la de
Leonardo en el Palacio Real- y presentación en los espacios “fuera de Feria”,
que agolpa a los visitantes a las puertas de los locales y en las aceras de las
vías principales, componen un escenario único que es realmente gratificante. Milán
da para mucho y para muchas actividades paralelas a una Feria.
Solo un tema este
año complicaba el Evento, y es que en dos semanas se Inaugura la EXPO universal
de Milán. Y sinceramente, la ciudad estaba patas arriba. Llegar al centro era
tortuosa aventura, aparcar algo de película de serie negra, los parkings se aprovechan
de los “palomos” que caían en sus redes y que hartos de atascos se rinden a lo
que sea. El transporte público funciona bastante bien y es una opción
insustituible pero no siempre posible. Los alrededores de Milán por otra parte, son
espectaculares, les recomiendo visitarlos, tanto en dirección Lugano como en
dirección Como, como en dirección Varese. Este año además por segunda vez
elegimos quedarnos en Arona, junto al lago Maggiore. Así, regresar después de
la Feria el sábado fue algo espectacular. La Plaza de Arona, maravillosa ciudad
Medieval exponía una feria del Chocolate además de su antiguo Tío Vivo, sus
Iglesias, edificios, construcciones y comercios, maravillosamente engalanados y
decorados con gusto exquisito, nos alegraron la tarde. Luego cenando a orillas
del Lago, hicieron que la elección de hospedarnos fuera del centro quedara como
opción a repetir. La oferta Gastronómica italiana, sinceramente es excepcional,
sabiendo seleccionar solo un poco hay para todos los gustos y bolsillos con calidad extraordinaria.
Enhorabuena a La Fiera y a Milán.
L. Soriano
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