TABÚ
Violeta
Yangüela
Le
dice Madonna a Domenico Dolce y Stefano Gabbana que “deberían pensar antes de
hablar”. O sea que los diseñadores
italianos no piensan.
Resulta
que estos señores expresaron su opinión en contra de la adopción de niños
formados por parejas del mismo sexo. En
palabras de Domenico y Stefano, homosexuales ambos, “procrear debe ser un acto
de amor” y agregaban que ni siquiera los psiquiatras están preparados para
afrontar los efectos de experimentación.
Dice Domenico: “Soy
gay, no puedo tener un hijo. Creo que no se puede tener todo en la vida. Y es
incluso bonito privarse de algo. La vida tiene un recorrido natural y hay cosas
que no deben ser modificadas. Y una de ellas es la familia. No hemos inventado
nosotros la familia. La ha convertido
en un icono la Sagrada Familia. Pero no es una cuestión religiosa o social: un
niño cuando nace debe tener un padre y una madre. O al menos debería ser así.
No me convencen aquellos que yo llamo los hijos de la química, los niños
sintéticos. Úteros de alquiler, casi elegidos por catálogo. Y después ve a
explicarles a estos niños quién es la madre”.
Con
su defensa de la familia tradicional, llegó la polémica, o mejor dicho la reacción
de los que no toleran la discrepancia.
La respuesta del cantante Elton John no tiene desperdicio: “¡Cómo os atrevéis a llamar sintéticos a mis
preciosos hijos! Os tendría que dar vergüenza haber apuntado con vuestros dedos
prejuiciosos sobre la fecundación en vitro, un
milagro que ha permitido a legiones de enamorados, heterosexuales y homosexuales
conseguir su sueño de tener niños”.
El
señor John acompañado por Madonna llama a un boicot a la marca de los
diseñadores italianos por su “pensamiento arcaico” y piden a sus seguidores a
sacar de sus armarios y tirar a la basura todo lo que lleve la firma italiana,
ya sea bolsos o calzoncillos. Por
supuesto, Ricky Martin no podía permanecer callado y se adhiere al boicot.
Se
supone que en las sociedades que la libertad de expresión garantiza las
diferencias de opinión, los diseñadores italianos solo han ejercido su legítimo
derecho de expresarla.
Pero
parecería que la intolerancia permea por
doquier. La campaña de Elton John no es más
que un ejemplo de esa intolerancia a la libre expresión de esos italianos. Madonna llega más lejos aún.
Los diseñadores no piensan.
Parecería
que el lenguaje de lo políticamente correcto comienza a ser una amenaza a la
libertad de expresión y el tema de la homosexualidad o de la “identidad sexual”
se ha convertido en un tema tabú para los que creen, o mejor dicho, piensan de
manera distinta.
¡Que
Dios y Ala nos agarren confesados!
v.yanguela@codetel.net.do
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