GENERALICEMOS.
L. Soriano.
Se de sobras que la generalización no es un buen método de
análisis. Soy absolutamente
consciente de que conduce las mas veces a un error y que es de alguna manera xenófoba.
Lo sé, lo entiendo y practico evitarla,
no porque sea lo “correcto”, sino porque me gusta la precisión. Esto dicho, es así,
pero efectivamente, hay peros, muchos peros. Pues sí,
y es que no estoy dispuesto, sin
denunciarlo, que bajo el cómodo paraguas protector de la corrección
antigeneralizadora se escondan toda case de detritus humanos que por mor de los
garantismos “salvajes”, dejen que los mas malvados, asesinos, corruptos,
políticos, fascistas, nazis, comunistas, teócratas, dictadores y crueles
fundamentalistas, cometan las tropelías más atroces, dramáticas y trágicas
muchas veces. No y no. No
cuenten conmigo para que deje de denunciar a los indignos interesados en su
propio beneficio, solo porque “no todos” son así. Porque “la inmensa mayoría” no son así,
aunque no se manifiesten, ni protesten, ni denuncien, ni critiquen, ni pidan disculpas
por los que si lo son, o más claramente, los combatan por el buen nombre y por
la cordura de las acciones.
No se puede usar como escudo humano a las personas decentes, asi como hay que
resolver el problema del talibán que dispara el misil asesino desde la escuela
para que la represalia provoque tragedias exponibles en los telediarios.
Separemos el grano de la paja, pero que no se escondan tras la generalización
proscrita para perpetrar sus felonías más audaces y exponer sus cínicas
pretensiones. Nos tienen prisioneros los que no quieren dejar de serlo. Esos que no quieren que
generalicemos, no suelen sufrir las consecuencias o al menos no creen
sufrirlas. Suelen mirar para otro lado y decir que son “cuatro gatos”.
Mayormente porque viven acomodados en la prisión, sacan ventaja de la falta de
libertades, o no denunciándola. Maúllan mucho los cuatro gatos, como cuatro
millones de ellos, hacen escándalo y los demás sonríen, o esbozan una mueca que no se note que
es de desaprobación, cuando no los apoyan, alimentan, fomentan o financian.
¿Saben lo que creo? Que es simple y llana cobardía. Y mucho más no obligarles a cumplir la Ley ni
los Tratados.
Los buenistas, los
violentos pacifistas, los ecologistas mortales, los seguidores del apaciguamiento continuo, no
tiene nada que ver con los sanos y limpios de corazón y mente, firmes y
conscientes de que la libertad, el bienestar y la felicidad es algo por lo que
hay que luchar, sacrificarse y ganarlo.
Así pues, aunque podamos equivocarnos, razonemos, pero generalicemos un poco más, ya que si no
son todos los que están, si están todos los que son, y la diferencia entre
ellos es inapreciable.
A Reflexionar.
1 comentarios:
¿Se puede decir que existen células cancerígenas "moderadas"? El ISLAM es un cáncer que tiene por objetivo, socavar la convivencia de Occidente. Sus células se confunden con las células sanas de la sociedad occidental y aprovechan que están sanas, para pervertirlas y obligarlas a ser como ellas o asfixiarlas. Tal como sucede en la enfermedad cancerosa, sucede hoy en Alemania, Suecia, Bélgica o Francia. Ahora en Barcelona. Los mejores medicamentos contra el cáncer, actuales, son los que alertan al sistema inmune del individuo sobre los engaños que las células cancerosas utilizan para que precisamente este sistema inmunológico no las combatan. El Islam, que ahora dirá que los asesinos de Barcelona no tienen nada que ver con su "pacífico" proceder, es el elemento nocivo engañoso que quiere hacer ver a la sociedad occidental y a sus representantes que las células islámicas no son peligrosas para nadie.
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