El Silencio de los que Saben


EL SILENCIO DE LOS QUE SABEN                                                                                                                             L. Soriano

Salvo contadísimas excepciones, el silencio de los que saben cómo nos encontramos, sabían que es lo que iba a ocurrir con seguridad de relojería suiza, y lo saben ahora, e intuyen lo que va a ocurrir como si de un adivino con genio se tratase, es peor que la malhadada experiencia de Gobierno por la que hemos pasado y.... estamos pasando. No digo yo que sean todos tontos, esto incluso seria un descargo, son malos. Los que gobiernan y los que le permiten hacerlo, los que le palmean y aplauden y los que le jalean como si de un torero se tratase que acabara de salir a hombros por la Maestranza. Todos somos culpables, pero ellos lo son más. Sus intereses bastardos han podido más que el sufrimiento que se le echa encima a esta clase media y menos media. Su consentimiento electorero a meterse en callejones tipo Estatut, Memoria, Archivos, ETA y demás los hace cómplices necesarios de la catástrofe que es Drama e incluso Tragedia. Y todos desde arriba abajo, por comisión u omisión, hemos hecho este desaguisado.

Lo peor sin embargo, creo que es la clase financiera, que con la connivencia del gobierno ha creado un sistema de recolección de dinero de los ciudadanos, a los que no les asisten garantías ni derechos algunos, exactamente igual que con los asuntos fiscales, y relacionados con las 5 Administraciones cuyo peso soportamos pero que no controlamos. No tenemos los ciudadanos garantías ninguna en un Estado que presume de garantista, ya que las Leyes solamente perjudican al Administrado y exoneran de todo a los administradores.  Además este Estado, con excusas y argumentos de TBO, le regala al sector financiero nuestro dinero, dizque con la intención de que nos preste algo y se mueva esta maltrecha economía. Sin embargo ellos se lo gastan en pagar sus abultadas deudas de Hedge founds y otras basuras varias, que se tragaron, procedentes de los que nos han vendido o cambiado agua de fuego por piedra amarilla. Otra vez.

En España no hay dinero para Sanidad, Educacion, Fuerzas Armadas ni Policía, ni para los Jueces ni para todos  los funcionarios productivos. En España se reparte a manos llenas a Autonomías quebradas por despilfarros corrosivos, a Cajas de igual manera asoladas por los mangantes de la política, a amiguetes y miembras/os de la “movida” cejeril del entendimiento. En España no se podrían pagar los gastos que ocasionarían atender con servicios públicos y con personal público especializado a los dependientes, ancianos, enfermos, discapacitados y una gran parte de la enseñanza, si no se contara con una Institución como la Iglesia. Esto es así y negarlo es absurdo, le guste o no a mucha gente. En España faltan trabajadores  del sector público, pero sobran casi millón y medio de vividores de lo Público.

En España lo del “café para todos” fue un auténtico disparate y los que lo sabían lo omitieron como omiten hoy lo que nos pasa y lo que nos va a pasar. Su silencio es letal, máxime si va unido a la maldad de algunos. Esto es un Dejá Vue, lamentablemente. Espero tener la edad suficiente para no ver como acaba esto, pero mis hijos y los de muchos de ustedes los sufrirán por culpa de los que  sabiéndolo, lo consintieron.                                                                                    A reflexionar

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