Republica

L. Soriano
Soy, me siento y me considero, desde siempre, un republicano. Seguramente me gustaría otra cosa, pero de las que hay donde elegir, soy partidario de una república democrática. Por favor no confundir con las tiranías Socialistas, estas si fracasadas, y ahí les duele, tan de moda en el pasado siglo para encubrir  satrapías absolutas, de las que alguna muestra aún desgraciadamente queda como la Cubana y otros que aspiran a alcanzar esa gloria, aplaudidas por muchos socialistas españoles y por todos los de la deglutida IU.
También me gustarían listas abiertas, “Quórum”,igualdad de oportunidades, división estricta de poderes, representación variada y no solo de partidos, desmonopolizar la información, una hacienda amiga y unos funcionarios que trabajen y administren bien. Ahí es nada.
La obsolescencia de la Monarquía absoluta la dicta la madurez y preparación de los pueblos, y la obsolescencia de la Monarquía parlamentaria depende de cómo actúen esos monarcas que no Gobiernan.
Nuestra Monarquía, a la que le quedan 2 telediarios formales, ya que  de reales  hace mucho que feneció, es la peor de las que existen, en términos democráticos, se entiende, aunque no sé si me he pasado con el piropo.
El Rey esta atrapado, a saber porque, mudo, su Casa real inexistente, ni opina; abraza y se deja palmear por Chaves, va a saludar a Fidel en los encuentros por esos mundos, Cataluña, País Uve, hablando se entiende la gente, si sale sale.....y así.
En fin, yo no estoy decepcionado, siempre  he pensado lo mismo, no hubo nada, luego nada hay. Bien es verdad que tener a dos ZP uno de Jefe de Estado y otro de Gobierno, seria un cataclismo, pero aun así. Se les vota y listo. Si salen pues, a bailar.
La familia real crece y a nosotros nos toca mantenerla, así como a sus asuntos. Si trabajan, los que los emplean también nos pasan facturas.

    Concluyendo, ya que esto no da para mas, la Republica nefasta que conocimos, no era  nada, sino un mero instrumento al que Stalin manejaba para quedarse con el sur de Europa, cuando, firmo ese maldito tratado con Hitler, del que nadie quiere hablar. Carrillo sabe de esto bastante y otros de la calaña misma. Una Republica no tiene que ser como aquella, que hacia la vista gorda a miles de asesinatos, y llevaba a una parte de España al abismo, obligándola a tomas drásticas de decisiones por no dejarse matar, y a la que no dejaban gobernar, como apuntan maneras ahora estos pollos, con los titiriteros, y los pásalo, solo para tumbar derechas. Lo que hagan los otros, como cuando GAL y el largo etc. Eso nada, tenían derecho.
El Rey aquel, que nos guarden un cachorro, se largó aun ganando y nos dejó el lío.Pero tenia dignidad, quizás mucha soberbia, pero también dignidad.
Stalin provocó y atornilló hasta lo de  Calvo Sotelo y la Republica, infiltrada por miles de agentes, anonadada y sin norte, entrego todas las reservas a cuatro golfos y al nuevo Zar , creyó que ganarían a los sublevados, que luchaban por no ser extintos. Y se equivocaron. Hitler estaba loco, pero sabia quien era Josip Broz, y lo que pretendía. Hitler duró, porque los cantamañanas pacifistas como la nefasta Lady Astor y el Moratinos de la época, llamado Chamberlain decían que era un tipejito agradable y Churchill un patán alcohólico y guerrero. ¿Les suena? En quince días se hubiera acabado, pero lo dejaron seguir, a ver si se calmaba con cesiones y concesiones, el “apaciguamiento”, más bien la entrega...
Así que por favor, basta ya de boberías, requiero una Republica moderna, con primarias, segundasvueltas, candidatas, candidatos y esa parafernalia cuatrienal.
Urgente si es posible.
A reflexionar.

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Presentación del libro: 'Parerga y otras historias secundarias o accesorias y algunas vidas extraordinarias' Autor: Lorenzo M. Soriano Rodríguez Presenta: D. Octavio Calderín, Miembro Junta Directiva - Conservador de la RSEAPT
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